Felis sex

Posted by Ogruu | Posted in , | Posted on miércoles, octubre 29, 2014

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En Rothgar aprovechamos la primera noche del evento para echar unas partidas de tablero, mientras esperamos que todos los jugadores lleguen y podamos empezar con las actividades de ejercicio físico y armas de gomaespuma.


Gracias a los compañeros de A.J. Rol Tramuntana siempre tenemos unos cuantos juegos de tablero actuales para jugar en grupo, pero a los organizadores nos gusta tener juegos que puedan pegar un poco más con la ambientación, por lo que los hacemos de forma casera. 

El primer juego que hicimos fue una versión del Felix Sex romano con runas vikingas en vez de letras normales. Aunque podréis ver en el enlace que se juega con 15 piezas, para simplificarlo, damos a cada jugador seis fichas, además permitimos que las fichas que están en los círculos tras pasar una palabra puedan continuar por la siguiente, o sino haría las partidas eternas.


Para explicar un poco más como funciona el juego, os pongo este ejemplo:

ccccccc @ dddddd
aaaaaa @ bbbbbb
eeeeee @ ffffff

Suponiendo un tablero con esta disposición (en vez de letras repetidas tendrían que ser palabras), ponemos nuestras fichas a la derecha de la "aaaaaa" y tiramos nuestros tres dados. Ahora movemos nuestras fichas usando los resultados de los dados, ya sea por separado o sumándolos:

Si mi tirada fuera un 1, 2, 5, podría mover una ficha a la primera a, otra a la segunda y otra a la quinta. Otra opción sería sumar el 2 y el 5, moviendo una ficha a la primera a, y la otra a la arroba del centro del tablero (hay que caeer exacto, no vale sumar un 4 y un 5 para llegar a la tercera b de la siguiente palabra (ahí la gracia del juego, porque sino sería un parchís muy simple). 

La ventaja de poner la ficha en el dibujo central, es que esa ficha puede empezar a moverse en la siguiente palabra, con lo que no nos arriesgamos menos a tener todas las fichas esperando en una misma palabra esperando a una tirada de dado buena para pasarlas todas.

Una vez sacamos las fichas de las palabras d y b, se cuenta como si estuvieran en un círculo como el central, y al moverlas las pasaríamos a la siguiente línea. Parece que el orden histórico sería pasar por las palabras en este orden a-b-c-d-e-f, personalmente no lo veo necesario y normalmente termino diciendo de jugar c-d-a-b-e-f, al final todas las fichas van a ir al mismo sitio. 

Una vez todas tus fichas salen de la palabra ffffff, has terminado la partida. Si además eres el primero en hacerlo, has ganado el juego. 

Como el "Guerra por Skilfngheim" (que veréis en una entrada dentro de poco), el tablero que usamos del felix sex está hecho a mano y pirograbado, en este caso con estas palabras, (con las que firmamos todos nuestras entradas en el blog):


Cantar de Hijos de Rothgar (V)

Posted by Ogruu | Posted in | Posted on miércoles, octubre 15, 2014

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Ahora que acabamos de terminar la edición de Hijos de Rothgar de 2014, vuelvo a incluiros las partes del cantar que faltaban. Con esta entrada terminamos con la parte del cantar de la caza de Grendel, para empezar en la siguiente entrada con la I Guerra Gigante-Skilfinga.


Cantar XXX

(Del Herod y del Rey Ogruu I, el pacífico, al que algunos no querían bien)

A la diáfana luz del día,
el Herod es diferente,
las tribus entre sí pugnan,
el trono tienen en mente.

La larga vida del Rey Ogruu,
a alguien hay que le molesta,
y pretenden destronarle,
alegando que algo apesta.

Los hay que claman por fama,
y de fuerza hacen derroche,
los hay que afilan puñales,
para usarlos por la noche.

Dicen que fue la ejecución,
que al fausto rey apuñalaron,
aprovechando que dormía,
bien finado lo dejaron.

Mas será todo mentira,
malogró la mascarada,
aunque tras de si dejara
su litera ensangrentada.

Mas no dejo de cavilar,
al ver su caminar cansado,
que si bien no lo mataron,
algo si lleva cargado.

Nadie pudo verlo, porque,
aunque la lealtad sea eterna,
sus escoltas aguardaban,
de jarana en la taberna.

Cantar XXXI

(De la gran celebración que el rey Ogruu dio a sus huéspedes que habían venido a acabar con Grendell)

Ante la gran aparición,
de Herod abrieron las puertas,
celebrando la cacería,
de futuras presas muertas.

Sabed como manó el vino,
brotó cerveza, o hidromiel.
Sabed que los bravucones,
quisieron dejarse la piel,

en las pruebas de cantina,
que querer desempeñaron,
para recordarnos por siempre,
el coraje que mostraron.

Miriam sirve la taberna,
con su rodillo de amasar,
y puede mostrar su furia,
con quien se vaya a propasar.

Quisieron probar sus brazos,
con duros pulsos de fuerza.
Quisieron probar su ingenio,
con los pulsos de cabeza.

Haciendo los malabares,
nos mostraron su destreza,
mientras tanto la bebida,
en su testa se endereza.

Comed los bollos de piedra,
lanzad el hacha borracha,
cuida del lingo vikingo,
cuida la falda muchacha.

Lugar hubo a las canciones,
poemas, risas, bromas y arias,
disertaciones y magia,
y muchas historias varias.

Albert e Ivan sorprendieron,
con la magia de gigantes,
mostraron poder y fuerza,
y saberes inquietantes.

De antes que temor y oprobio,
comenzaran de tal suerte,
probando a ocultar la hazaña,
de poder reírle a la muerte.

Los Frisios trajeron arte,
de su pueblo y de sus gentes,
Bea trajo voz de sirena,
quedaron todos pendientes,

de sus gestos, de su canción,
palabras que si consiento,
volaron entre guerreros,
arrullados por el viento.

Otros contaron su historia,
con Diego por estandarte,
su habilidad de cautivar,
hace cabezazos darte.

Pudo haber sido una hora,
podría haber sido decenas,
todos quieren verlo de rey,
habrá que encontrar mecenas.

Los gautas narran su historia,
mediante el príncipe negro,
Noeko dio las carcajadas,
de tenerlo yo me alegro.

Pues no hemos de echar en falta,
en las fiestas fraternales,
el humor con el que luchan,
beben y viven los iguales.

Contó las leyendas de Odín,
las de los hijos primarios,
de los Gautas, de Skilfingos,
Gigantes y mercenarios.

Más si estos lo hubieran oído,
le habría faltado guarida
de Grendell para ocultarse,
si su Gracia fue ofendida.

La historia de los gigantes,
dejamos en la memoria,
de donde salen las hachas,
te puede aumentar la euforia.

Con leyendas de dragones,
unidas a la bravura,
y junto a la labia de Iván,
estuvieron a la altura.

En Herod la más alabada,
fue la skilfinga gesta,
las aventuras de Harald,
que solo escuchar nos resta.

Drakar cruzando las nubes,
guardias que velan secretos,
esclavos de valor audaz,
de afable ejemplo repletos.

Amor a sus fieles gentes,
amor de ansiado regreso,
amor a sus verdes tierras,
amor que lo sella un beso.

A la ida con esperanza,
y a la vuelta con orgullo,
pues los ecos de la muerte,
con su visión fue murmullo.

El clan su crónica alaba,
es así como lo siento,
le dieron la mayor nota,
del concurso de talento.

Valientes así cantamos,
haciendo temblar la tierra,
cuando juntos entonamos,
vikingos van a la guerra.

Para acabar en la noche,
con la mejor postura que tu,
puedas firmemente adoptar,
al practicar el wikinfú.

Cantar XXXII

(De como Albert y Ogruu se quitaron de las rosas las espinas)

Algunos son importantes,
no por lo que hacen o dicen,
lo son por ser en si mismos,
aunque algunos los maldicen.

Son como las rocas firmes,
a las embestidas del mar,
que aun cuando no las contemplas,
constantemente allí han de estar.

Podemos hablar de espadas,
de hachas, de dagas o escudos,
pero cuando hablamos de ellos,
no podemos quedar mudos.

Mas malditos parecían,
por no haberse destacado,
con el arco o la doladera,
con lo dispuesto o lo hablado.

Albert jugó su partida,
Albert jugó su estrategia,
o quizá sirvió su magia,
que le dio victoria regia.

También Ogruu fue laureado,
por cadencia de disparo,
pude ver temblar su mano,
más al miedo no dio amparo.

Ambos señores de tierras,
por fin son reconocidos,
por méritos, por hazañas,
por haber sido imbatidos.

Cantar XXXIII

(Del arquero Cristian y del arquero Zuhait y de las pruebas que estos jóvenes ganaron)

Podría decir que la sangre,
empuja a la mayor edad,
pues jóvenes intrépidos,
dan el ritmo y velocidad.

Fue Cristian quien con buen ojo,
puso su flecha en la diana,
de necios fue la derrota,
de gigantes la mañana.

Mas destacó en la distancia,
Zuhait el sagaz, el mejor,
aun en medio del ocaso,
resultó el mejor tirador.

Arqueros Cristian y Zuhait,
promesas para recordar,
para seguir expectantes,
nos pretenderán desbancar.

Pues son ellos el futuro,
de futuras incursiones,
de saqueos y conquistas,
y de próximas canciones.

Cantar XXXIV

(Del duelo de arqueros entre Julio y Aitor el Beodo)

Arcos y dagas se enfrentan,
da lo mismo donde luchen,
en abierto o en laberinto,
que en espesura se busquen.

Al fin solo Julio quedó,
el fue mas hábil y astuto,
sabe que a todos derribó,
para rendirle tributo.

Mas conmino a recalcar,
de todos los oponentes,
a Aitor, que aun estando beodo,
fue de los sobresalientes.

Su pugna estuvo marcada,
por la astucia y la paciencia,
y siendo esta, esta última,
la que diera permanencia.

Cantar XXXV

(De como los Skilfingos vencieron en sus pruebas “tácticas” del Mölky y el Kubb)

Este año el filo se escapó,
a skilfingos valientes,
pero no así la táctica,
prueba lúcida de mentes.

La lucha es más que número,
más que el arma enarbolada,
pues para conseguir fama,
falta hace más que la espada.

Tanto en el Mölky como el Kubb,
repartieron sus lecciones,
ya que para matar al rey,
no les faltan emociones.

Gracias a su perspicacia,
sumaron filas a sus huestes,
hombres, caballos y espadas,
que el coraje no les restes.

Cantar XXXVI

(De poneys y peludos. Siendo los gigantes los triunfadores de las pruebas montadas)

A la puntería montada,
no le conocemos rival,
a los jinetes gigantes,
que no cabalgan nada mal.

Aunque perdían resuello,
sus peludos aguantaron,
y fueron Ivan y Cristian,
quien el aro se llevaron.

Ganaron en velocidad,
en la esplendida carrera,
mientras las monturas trotan,
los skilfingos dan guerra.

Pues mientras Javi y Cristina,
como el viento cabalgaban,
atacan al rey montado,
cuando en la curva estaban.

No arrebatemos méritos,
al jinete y a la montura,
que mientras todos miraban,
culminaron con soltura.

Perseguidos por los gautas,
que daban botes de altura,
les pisaron los talones.
mas quedan en la espesura.

Alabad a los gigantes,
como veloces y diestros,
manejaron las monturas,
sin asomo de siniestros.

Siempre hay quien les otorga,
que si no ganan por tesón,
podrán cambiar sus tácticas,
y ganarán por invasión.

Cantar XXXVII

(De los combates de espada. De como Kuroma y el bardo se destacaron como poetas guerreros)

En lo que acero respecta,
fue el asunto muy reñido,
pues los espadas son bravíos,
todo aquello que ha venido.

El sol salió para Frisia,
con Kuroma como campeón,
que derrotó a cada émulo,
blandiendo en alto el espadón.

Ahora otro poeta guerrero,
hay para tener en cuenta,
que conjunta el filo y el verso,
y que a su amada nos menta.

A la de voz de sirena,
amor profesa y defiende,
con sus letras y estocadas,
futil que nadie arrende.

Mas con la espada en la mano,
contempla al bardo luchando,
a otro, a otro, a otro y a otro,
con arte va despachando.

Hasta rendirlos a todos,
como ya hizo una vez mas,
fíjate bien de ello, porque,
no se si otra vez lo verás.

Sellado plan tiene el bardo,
la mente, envuelta en la mar,
estos amantes de versos,
bogan amarras sin atar.

Cada vez se presenta mas,
este singular paladín,
que vive y que combate,
entre crepúsculos sin fin.

Siendo el lienzo, el escudo,
siendo su pluma, la espada,
ved el arte en la palabra,
y su magia en la estocada.

Cantar XXXVIII

(De príncipes, ladrones, herreros y herrerillos)

Va a ser la primera canción,
de aquel que naciera humilde,
pero que tras pasar los años,
nos va poniendo la tilde,

en su persona y en su gesta,
con lo cual yo lo celebro,
porque ¿Qué sería del cantar,
sin Noeko, el príncipe negro?

Pero hablaré de ladrones,
pues a los frisios tentaron,
y sin que se dieran cuenta,
a ambos los desvalijaron.

Se dice cofre sin dueño,
se dice cofre de todos,
alguien consiguió mucho oro,
en un cofre hasta los codos.

El mismo rey por malversar,
fue por un frisio acusado,
y por duelo celta sin par,
fue su defensor derrotado.

Quedando en él una mancha,
que en mi voz se quedará,
como advertencia a los reyes,
que en el futuro habrá.

Me gustó ver los herreros,
repartiéndose las tierras,
los reales Ogruu, Joseba y Albert,
apuraron bien las sierras,

para ver el mapa en trozos,
y con sus zonas de inluencia,
generales de martillo,
tenaza, yunque y paciencia.

Se vio reunido el concilio,
y acordaron sus asuntos,
secretos de goma y espuma,
que trata en ponerlos juntos.

Y sin ánimo de ofender,
más me reclamó la atención,
como a la hora de recoger,
causó tan gran expectación.

Cantar XXXIX

(De la hoguera. De la declaración de Guerra entre los Gigantes del hielo y las Forjas de Skilfinheim. Del brindis y del mito a su alrededor)

Los gigantes se sentaron,
con semblante de victoria,
pues sus huestes atestaban,
las campiñas de la gloria.

Enfrente sienta ceñudo,
el skilfingo mas recio,
Joseba pretende ser rey,
no le importa cual sea el precio.

El monarca y su corona,
ilesa de los puñales,
que en la noche le atenazan,
cierra muros terrenales.

Los frisios hablan al oído,
pues son de Loki los hijos,
forjan lazos con los fuertes,
de inquinas sacan alijos.

Acusaciones se cruzan,
no existe un acuerdo que vea,
Joseba nunca acepta un rey,
que bravo skilfingo no sea.

Albert no quiere la guerra,
y busca forma en su pecho,
que, le coloque en el trono,
por legítimo derecho.

Los Matadragones alzan,
al líder que ven más fuerte,
si Diego no puede serlo,
con Joseba hasta la muerte.

Mas los frisios son ladinos,
y apoyan a los gigantes,
dejando la diferencia,
mas o menos como era antes.

Mas la corona no cede,
pues los cuervos aborrece,
si la corte no acuerda rey,
en su casco permanece.

¡Mirad! El bardo está loco,
pues de Grendell su odio mana,
el y sus hombres van a Vinland,
en su búsqueda insana.

Mas testigos son los siete,
con su influencia se razona,
pues han espantado a Grendell,
su opinión no se cuestiona.

También nos hablan los sabios,
al abrigo de las llamas,
¿queremos héroes o reyes?
si dirigen los que aclamas.

Los pueblos están partidos,
la corona en disputa está.
nos brindamos por la guerra,
que pronto el verano traerá.

El brindis se lleva el viento,
con el viento el rey va a verme,
sin el rey las voces callan,
callado el rumor se duerme.

Mas la hoguera permanece,
muestra su esencia mas pura,
porque a partir de las doce,
es una puta locura.

Tras los ecos de la disputa,
vino de nuevo la risa,
para los últimos que había,
fue como una suave brisa.

Y el último que quedó,
dijo que ya vendría luego,
aquel gigante esperaba,
que la lluvia apague el fuego.

Cantar XL

(De como marcharon todos en direcciones opuestas para rencontrarse dispuestos para la guerra)

Ahora marcháis de nuevo,
pues ha caído el cruel invierno,
mas cuando al Herod regreséis,
traeréis el acero tierno.

Vais a portar la fría guerra,
hacia nuestra bella costa,
pretendéis arrasar todo,
como plaga de langosta.

Sabed que ese es el camino,
que esculpe a nuestros avales,
ver en el escudo alzado,
el rostro de sus rivales.

Abatir al enemigo,
con toda la furia de Odín,
comenzasteis con un brindis,
en un año le pondréis fin.

Más como bardo si os diré,
aunque quiera no me puedo ir,
pues como bardo me cuido,

de ser el último en morir.